El embrague es una pieza esencial del vehículo que sufre mucho desgaste si no se utiliza correctamente. Si te preguntas cómo cuidar el embrague, evita mantener el pie en el pedal, no lo uses para sostener el coche en pendientes y realiza los cambios de marcha con suavidad. Un buen uso del embrague puede ahorrarte averías y cientos de euros.
¿Qué es el embrague y cómo funciona?
El embrague es ese pedal que usas cada vez que cambias de marcha en un coche manual. Su función es desconectar el motor de las ruedas para que puedas hacer el cambio sin que el coche «salte» o se cale. Al pisarlo, desacoplas el motor, y al soltarlo, vuelves a unirlos. Es como un interruptor de potencia temporal.
¿Cuáles son los errores más comunes que dañan el embrague?
Aquí es donde muchos conductores fallan, incluso sin darse cuenta. Algunos errores frecuentes incluyen:
Dejar el pie apoyado en el pedal aunque no estés cambiando de marcha.
En vez del freno, utilizar el embrague cuando estemos en cuesta.
Cuando se acelera antes de que soltemos el embrague por completo, haciendo que patine.
Usar el embrague como apoyo en atascos (conducción tipo “semi-embrague”).
Si quieres saber cómo cuidar el embrague, evitar estos hábitos es clave si quieres alargar su vida útil.
Si vas a hacer una revisión, no te olvides de revisar el estado de los neumáticos en Málaga o neumáticos en Antequera, especialmente si conduces mucho por carretera o zonas urbanas.
¿Cómo puedo conducir en cuestas sin dañar el embrague?
Esta es muy común, y con razón. Muchos piensan que es “normal” usar el embrague para aguantar el coche en pendiente. Por lo tanto, se genera mucha calor por fricción, haciendo que se vaya desgastando lentamente.
Lo ideal es hacer lo siguiente:
Primero pis el pedal del frenos y después el freno de mano.
Cuando el semáforo se ponga en verde, suelta suavemente el freno de mano al mismo tiempo que sueltas el embrague y das gas.
Así proteges el sistema y no lo fuerzas innecesariamente.
¿Cómo alargar la vida de un embrague?
Algunos consejos muy efectivos son:
No conduzcas con el pie en el pedal. Parece obvio, pero mucha gente lo hace por costumbre.
Intenta no usar el embrague en cuestas. Usa siempre el freno de mano.
Haz cambios de marcha suaves. No fuerces la palanca ni aceleres bruscamente.
No uses el coche como apoyo en atascos. Cuando estés en un semáforo o parado, mantenlo en punto muerto.
No arranques en marchas largas. Siempre en primera.
¿Cada cuánto debo cambiar el embrague?
Por regla general, un embrague debería durar entre 100.000 y 150.000 kilómetros. Ahora bien, si vives en ciudad y haces mucha conducción con paradas constantes, podría desgastarse antes.
Además, es una reparación costosa. Así que si puedes alargar su vida con buenos hábitos, mejor que mejor.
¿Cuáles son los síntomas de un embrague en mal estado?
Hay varias señales que indican que el embrague ya no está en buen estado:
Al cambiar de marcha, notas tirones o dificultad.
El motor sube de revoluciones pero el coche no acelera igual (esto se llama «patinamiento»).
Cuando el pedal esta o muy blando o muy duro.
Huele a quemado tras una conducción intensa o con tráfico.
Oyes ruidos al pisar el embrague o cambiar de marcha.
Si notas uno o varios de estos síntomas, te recomiendo llevarlo a revisar lo antes posible.
Ya que pasas por el taller, puedes aprovechar para hacer una revisión completa o buscar un buen taller para recargar aire acondicionado y estar cómodo este verano.
¿Cuánto cuesta cambiar el embrague?
Cambiar el embrague no es barato, pero es una inversión necesaria si está dañado. El precio suele estar entre los 500 y 1.200 euros, dependiendo del tipo de coche y si se cambia solo el disco o el kit completo (disco, maza y rodamiento).
En coches diésel o de alta gama puede ser más caro, sobre todo si llevan volante bimasa, que también se desgasta y muchas veces conviene cambiarlo junto con el embrague.
Otros consejos de mantenimiento del embrague
Además de cómo cuidar el embrague, es importante que mantengas el coche en buen estado general. Aquí algunos tips rápidos cobre cómo cuidar el embrague:
Revisa los niveles de aceite y refrigerante cada mes.
Es conveniente comprobar el estado de los neumáticos, sobre todo cuando se va a realizar un viaje largo.
Cambia los filtros de aire y combustible en los intervalos recomendados.
Asegúrate de que el sistema de climatización funcione correctamente, sobre todo en verano.
Una revisión periódica puede ahorrarte mucho dinero a largo plazo.
Conclusión
No dejes el pie en el embrague si no es necesario.
Usa el freno de mano en cuestas para evitar desgastes.
Cambia de marcha con suavidad y sin brusquedades.
Presta atención a ruidos, olores o tirones: pueden ser señales de fallo.
Realiza las revisiones conveniente antes de los 100.000km o si notas sintomas.